La visionaria mirada del Conde de Villalobos sobre la educación física
Jesús Castañón Rodríguez
CONDE
DE VILLALOBOS (1842): Ojeada sobre la
gimnasia. Madrid: Imprenta de Yenes.
En 1842, la imprenta de Yenes publicó en Madrid la obra Ojeada sobre la gimnasia, original de Francisco de Aguilera y Becerril, Conde de Villalobos.
En la obra destacaba la
consideración de la “gimnasia” como una
rama de la medicina, según aplicaban los enciclopedistas franceses, y resaltaba
el aspecto individual y el aspecto público con las ventajas y utilidades que ofrecía
la gimnasia a las personas y el estado.
Opinaba que las acciones físicas
dan vigor al cuerpo, transmiten valor y serenidad y aportan cualidades físicas
e intelectuales, así como que su enseñanza era de gran utilidad para superar
infortunios y no perder la vida en situaciones de peligro.
El papel de la gimnasia estaba
destinado a obrar y pensar al mismo tiempo, no solo a pensar, a crear gente más
fuerte si partía de la enseñanza de una moral pura y generosa para su
aplicación en la milicia, la política y la economía como formas de gloria y
prosperidad de las naciones.
Reflexionaba sobre el desarrollo
de una vertiente científica de la educación física que no fuese una moda o diversión
pública y superarse las dificultades del carácter español para su implantación
y práctica: el afán por la novedad, la indolencia y la tendencia al halago y la
diversión.
Perfil del autor
Según recogió El conde de Villalobos. Los orígenes de la
gimnasia en España, exposición mostrada en el Museo Cerralbo en 2017, este
noble está considerado como el introductor en España de la educación física por
un libro del mismo título, con textos de Ángel Mayoral González y Manuel
Hernández que fue publicado por la Fundación Museo Cerralbo en 2018.
Promotor de la gimnasia, en un
primer momento se dedicó al funambulismo y las acrobacias como ejercicio
vinculado al espectáculo para evolucionar hacia la reivindicación de la
utilidad social y formativa relacionada con la salud mediante la creación y
gestión del Gimnasio Normal (1844). Resaltó el valor de la gimnasia como aspecto
para la mejora social, la rehabilitación de enfermos, el desarrollo de
dimensiones como actividad deportiva, médica y pedagógica. La programación de ejercicios
gimnásticos y el diseño de aparatos para su práctica fueron premiados en la
Exposición Universal de París de 1867.